viernes, 12 de abril de 2013

Leche materna nutre el cerebro de los bebés

Niños que fueron amamantados por más de un año mostraron un crecimiento cerebral mayor que aquellos con lapsos más cortos de lactancia.

GDA / La Nación / Costa Rica

Un bebé que recibe solo leche materna durante los primeros tres meses de vida mostrará un mejor desarrollo cognitivo desde los dos años de edad. Una investigación de la Universidad de Brown, en EU, reveló que los beneficios del amamantamiento superan los de la leche de fórmula y, además, son mayores, cuanto más extenso sea el periodo de lactancia del menor.

Este es el primer estudio que analiza, mediante imágenes de resonancia magnética (IRM) , las diferencias asociadas a la lactancia en el desarrollo cerebral de niños sanos. La técnica utilizada examina la mielina, el tejido que protege las terminales nerviosas y acelera los impulsos eléctricos que viajan por el cerebro. La mielina comunica con las distintas zonas cerebrales, por lo que una cantidad saludable de este material graso se asocia a un mejor desempeño neuronal.

Investigadores del Laboratorio de Escaneo Avanzado de Bebés, en la Universidad de Brown, analizaron el cerebro de 133 niños de entre 10 meses y cuatro años de edad, mientras estos dormían. Para llegar a estas conclusiones, se agrupó a los niños en tres categorías: los alimentados solo con leche materna, solo con fórmula o con una combinación de ambas.

Las diferencias entre los tres grupos fueron sustanciales a partir de los dos años de edad, cuando la cantidad de mielina en los niños de lactancia exclusiva superó de un 20% a un 30% la de los otros dos grupos.

Los resultados de las imágenes se respaldaron con pruebas cognitivas básicas. Estas encontraron un mejor manejo del lenguaje, percepción visual y capacidad motora en el grupo de lactancia exclusiva.

Los científicos se sorprendieron, pues, aunque ya se conocía el efecto potenciador de la leche materna en la inteligencia de los niños, no creyeron que fuera evidente incluso a una edad tan temprana.

Alimento ideal

Amamantar es una de las mejores formas de asegurar la salud de los recién nacidos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según esta entidad, la lactancia materna salva 1,5 millones de vidas al año. ¿Por qué? La respuesta es simple. La leche materna contiene anticuerpos que protegen a los niños de enfermedades comunes como la neumonía y la diarrea, principales causas de muerte en el mundo durante los primeros años de vida, además, según el Instituto Nacional de Salud de los EU, los protege de padecer diabetes, problemas de peso, caries y el síndrome de muerte súbita del lactante.

Las proteínas de la leche humana son mejor aprovechadas por el organismo que las de la leche de vaca, aun cuando esta última contenga más cantidad. También, su consumo previene infecciones al contener anticuerpos y fortalecer el sistema inmune de los lactantes.

Aun cuando los beneficios de esta práctica se han difundido ampliamente, a escala global menos del 40% de los recién nacidos son alimentados exclusivamente con leche materna en sus primeros seis meses.

La succión del bebé inmediatamente después del parto libera la hormona oxitocina en la madre, lo cual genera contracciones uterinas que ayudan a prevenir la hemorragia posparto y a regresar el útero más pronto a su estado normal.

Hay también un menor riesgo de anemia luego del embarazo al amamantar al bebé, ya que retrasa el periodo menstrual por varios meses. A largo plazo, disminuye el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de seno y ovario, así como la posibilidad de sufrir osteoporosis.

Beneficios a largo plazo

El estudio de la Universidad de Brown también encontró que los efectos positivos del amamantamiento se potencian cuando el periodo de lactancia es más largo o prolongado.

Los niños del estudio que fueron amamantados por más de un año mostraron un crecimiento cerebral mayor que aquellos con lapsos más cortos de lactancia. Esta diferencia fue más notoria en las áreas del cerebro relacionadas con las habilidades motoras.

Según el coordinador del estudio, Sean Deoni, esta investigación añade más datos a la gran cantidad de información positiva sobre los efectos de la lactancia."Creo que se podría argumentar que, junto con la evidencia previa, amamantar es absolutamente beneficioso", concluye Deoni.

Consultada sobre el tema, Sonia Chaves, excoordinadora de la Red Nacional de Lactancia Materna, aseguró: "95% de las mujeres son capaces de amamantar. 5% no lo son porque padecen problemas hormonales, no tienen glándulas mamarias o por una enfermedad rara, llamada síndrome de Sheenan. Fuera de eso, cualquier mujer puede".

Chaves recomendó esta práctica en el país y recordó que hay innumerables sitios que ofrecen más información al respecto.

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