El estudio se centró en algodón y maíz transgénico.
BBC Mundo
Más plagas están desarrollando resistencia a cultivos que han sido modificados genéticamente para combatirlas, salvo en áreas que también incorporan cultivos no transgénicos, según un estudio en la revita Nature Biotechnology.
Científicos de Estados Unidos y Francia analizaron los resultados de 77 estudios de ocho países en cinco continentes que examinan la resistencia a los cultivos transgénicos.
De las 13 especies de insectos examinados, cinco habían desarrollado resistencia en 2011, comparado con solamente una en 2005.
De las cinco especies resistentes, tres atacan cultivos de algodón y dos de maíz. El estudio se centra en los llamados algodón y maíz Bt, plantas que llevan un gen que les hace exudar una bacteria, Bacillus thuringiensis, que es tóxica a los insectos.
Los autores del estudio encontraron que los insectos tienen mayores posibilidades de desarrollar resistencia si los cultivos transgénicos están rodeados de otros que no han sido genéticamente modificados.
La explicación se encuentra en la biología evolutiva. Los genes que confieren resistencia son recesivos, y los insectos sólo pueden sobrevivir en plantas Bt si tienen dos copias del gen resistente, uno de cada progenitor.
Plantar cultivos que no han sido genéticamente modificados reduce la probabilidad de que dos insectos resistentes logren aparearse confiriendo los genes necesarios a su descendencia.
"Los modelos computarizados que usamos muestran que estos refugios de cultivos tradicionales serían efectivos para retardar el desarrollo de resistencia", dijo uno de los autores del estudio, Yves Carriere, entomólogo de la Universidad de Arizona en Tucson.
Los autores señalaron que detectaron señales preliminares de resistencia (uno por ciento de resistencia o menos) en cuatro otras plagas de algodón y maíz en China, Estados Unidos y Filipinas.
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